Un día en la playa

Carlos es un niño de ocho años. Él tiene una familia grande: su mamá, su papá, su hermana Sofía y su abuelita Ana. Carlos vive en una ciudad muy lejos del mar, pero le gusta mucho la playa.

Un día, su papá le dice: “¿Quieres ir a la playa este fin de semana, Carlos?” Carlos se pone muy contento y dice: “¡Sí, quiero mucho ir a la playa!”.

El viaje a la playa

Es sábado y todos están listos para ir a la playa. Carlos y Sofía llevan trajes de baño, camisetas, pantalones cortos y sombreros para el sol. Su mamá prepara una cesta con comida: bocadillos, frutas, agua y jugo.

En el auto, Carlos y Sofía cantan canciones y juegan. Después de dos horas de viaje, finalmente llegan a la playa: hay mucha arena, hay sol y el agua del mar está azul. Carlos se siente muy feliz.

En la playa

A Carlos le gusta mucho la playa. Él se mete en el agua, juega con Sofía, hace castillos de arena y come helado. Carlos piensa: “¿Será posible que algo sea más divertido que estar en la playa?”.

Carlos y Sofía también ayudan a su abuelita Ana a recolectar conchas. Después de un rato, Carlos dice: “Estoy cansado, quiero descansar un poco”. Entonces, se recuesta en la arena y mira las olas del mar.

El regreso a casa

Después de un día divertido en la playa, es hora de volver a casa. Carlos se siente un poco triste, pero su mamá le dice: “No te preocupes, volveremos a la playa muy pronto”.

En el camino de regreso, Carlos y Sofía están tan cansados que se quedan dormidos en el auto. Cuando Carlos se despierta, está en su casa. Y antes de dormir, mira las estrellas y sueña con la próxima vez que pueda volver a la playa.

Carlos aprendió ese día que la playa es un lugar muy bonito y divertido. Pero también que es importante cuidar de nuestro planeta para que lugares como la playa puedan seguir existiendo y disfrutándose.

*The audio recording of this story was AI-generated.